Advertencia: esta entrada es “sappy”… lleno de emoción de padre… asà que si no le entras, espera hasta un futuro blog.
Acabamos de hacer “skype” con nuestros chiquillos que están con sus abuelos en Atlanta mientras nosotros estamos en San Pablo Brasil. Definitivamente tengo que decir que no hay sondio más increible que el de escuchar a tus hijos reirse. Adrian se rÃe con facilidad… cualquier broma o juego y se llena de carcajadas. Jonathan es más dificil. Primer llora al vernos, pero después de un rato logramos hacerlo reir. (Por cierto – los padres hacemos LOCURAS para hacer reir a nuestros hijos – un circo completo! No será esto nada más una demostración de la importancia de reirse que todos traemos dentro nuestro?)
Creo que el reirse es una de las cosas más sinceras y profundas que uno puede hacer en la vida. El poder reirse hace entender que hay confianza, alegrÃa, vida, transparencia, gozo y es una manera de conectarse corazón a corazón. El reirse abiertamente es bueno para el espÃritu. No te puedes reir profundamente con alguien que no conoces. Sin embargo, cuando estás con alguien que conoces y hay risas, hay una conección especial. Interesante.
Riete. Goza de la vida.